Mañana hará dos semanas que estoy en Madrid y poco a poco parece que todo se va poniendo en su lugar. Aunque en algunas cosas, como por ejemplo escribir, siento que no estoy en mi casa, con mis cosas, mi tiempo (sobre todo eso, me falta tiempo) para poder ponerme a escribir tranquilamente. Aunque también me faltan esos interminables viajes en metro camino del trabajo a casa o al revés, en los que sacaba mi libreta y creaba mi burbuja de intimidad (aunque cuando la de al lado miraba lo que escribía no me sentía tan sola claro) para poder escribir. Eso solucionará el día que encuentre trabajo. Sin embargo, una de las cosas que he ganado viviendo en Madrid con mi niño es que siempre hay alguna guitarra por casa: en el salón, en una habitación, en el sofá... y además, ya no escucho tanta música enlatada. Ahora dispongo de música en vivo y en directo en casa. Y es genial que la banda sonora de tu hogar sea tu chico a la guitarra... y de vez en cuando, me arranco a cantar. Evidentemente lo hago bastante mal. Me conformo con no desafinar y no meter muchos gallos, por eso solo me arranco con aquellas canciones que llevo escuchando tanto tiempo que puedo hacer hasta los coros. Y también, a veces me arranco a maltratar la guitarra española. Porque es lo que hago, aporrearla sin ningún tipo de ritmo ni sentido. Ni siquiera mis manos son capaces de hacer un Do. O un Mi, porque esa es otra, me enseña una nota y la "hago" pero no se muy bien qué nota es... mi menor, fa sostenido... bufff... demasiado para mi. Y por si fuera poco, creo que tengo las manos demasiado pequeñas para tocar la guitarra (y yo decía que quería aprender a tocar el piano... ja!) porque poner mi meñique en la quinta cuerda (la de abajo, para los incultos como yo) es incompatible con poner el indice en la segunda... y cuando lo consigo, me entran rampas en las manos!! Está claro que lo mío son los pies al ritmo de 1-2-3 y 5-6-7 y 8. De todas formas no me voy a rendir y seguré intentándolo, si no es que se agota antes la paciencia de mi maestro.

Comments (3)

On 1:28 p. m. , Inalambric dijo...

Si tienes paciencia y él tiene paciencia, ve a por ello. La guitarra es genial (visto desde fuera).
Yo siento envidia sana de todos los que tocan guitarra. Me apunté a clases pero no tuve paciencia...

Y me pasé a la batería! jajaja pero cuesta y me pasa lo mismo.
Como diria un maestro: hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.

 
On 3:47 p. m. , Norma dijo...

A ver hacerlo lo hago, aunque sea mal... eso cuenta? jajaja
Yo envidio y admiro a cualquier persona que sea capaz de tocar un instrumento. Me parece tan mágico que salga música de un trozo de madera con cuerdas, o de unos tambores y palos...
A lo mejor me paso a la pandereta o al triangulo... igual soy una crack!! jajajaja

 
On 6:53 p. m. , Cupido dijo...

Tu dale a la guitarra, cuesta pero acaba sonando, te lo digo por experiencia, yo ya soy capaz de tocar cosas y que suenen bien.

Muchos besos y suerte!