Caminando por las calles de una Barcelona que despierta. Entre legañas y bostezos, perezosa y cansada por la noche anterior, la ciudad despierta al nuevo día que le espera. Camino por sus calles, silenciosas aún y lejos del ruido de los coches y el bullicio de la gente. Lentamente, las farolas se apagan y las lucecitas de las mesitas de noche empiezan a adivinarse entre las cortinas de las habitaciones. Persianas que se suben, puertas que se abren. Las calles son como torrentes que van recibiendo el flujo de los que poco a poco se incorporan a la vida otra vez. Pero yo estoy en una nube, azul dicen. La mañana es fresca y grisacea y es agradable sentir la suave brisa de la mañana entre las piernas. Una sonrisa se adivina en mi cara y siento que algo ha cambiado. Se respira en el ambiente la incertidumbre de el "qué pasará". Pero no pienso. Intento no pensar y disfrutar de este breve instante de bienestar y placentera soledad. Me dejo llevar calle abajo y aprovecho la oportunidad de, por un momento ver como mi Barcelona desconocida despierta una vez más.
Definitivamente me he pillado. Ya estamos otra vez como con Anatomía de Grey. Al principio nadie la veía y a última hora los viernes por la mañana no se hablaba de otra cosa que no fuera de los médicos más interesantes de la televisión. Cinco hermanos es una serie que creo que tiene de todo. Risas (muchas), drama (me hizo llorar el otro día), realidad (en todas las familias cuecen habas), fantasía (eso sólo pasa en la tele), chicos guapos (Rob Lowe) y guiones que hace que no puedas ni ir al baño en los cortes publicitarios. Cada miercoles por la mañana llego a la oficina muerta de sueño (va después de House y son dos capítulos) pero con ganas de poder hablar de la serie con alguien. Pero nada, no consigo que nadie se encaganche. Agradezco a Cuatro que no la hayan hecho coincidir con Anatomía de Grey... no podría pillarme de esta manera a dos series a la vez. Os la recomiendo. Los martes por la noche después de House.

Una película con mucho fondo y contenido que os aconsejo a todos que no la hayáis visto aún. Una banda sonora espectacular y actores, actrices, músicos y una Habana que tal vez algún día me vea paseando por sus calles.

AGOSTO 2007
Hace poco fue a ver la última película de Matt Damon, "El Ultimátum de Bourne" la tercera (y espero, no la última) parte de una trilogía de espionaje y acción.Y la verdad es que a mi nunca me había llamado demasiado la atención este tipo de cine. Sólo a veces, por ver algo... pero en esta ocasión debo reconcer que me ha impactado de verdad. Además, he tenido la oportunidad de ver recientemente las dos primeras partes con lo que tenía el argumento bien frequito. Pues salí del cine emocionadísima! Te pasas casi dos horas con el culo pegado a la butaca. Dicen algunos críticos que en esta tercera entrega se ha sacrificado la parte más arumental, de espionaje e historia por la acción y las persecuciones. La verdad es que a mi, que como digo me van relativamente estas películas, me ha encantado. Tal vez sea lo bueno que llega a estar este hombre... madre mía! Y lo mejor es que no es un "asesino mísógino" como lo es James Bond (palabras de Damon). Es una víctima del sistema que se les ha ido de las manos y les está devolviendo todo con la misma moneda. Mata, roba y lucha por defenderse, sobrevivir y vengarse de lo que le han hecho.
Os la aconsejo, sobre todo si podéis tener recientes las otras dos. Y preparaos porque está preparando una nueva entrega de este guapo con identidad desconocida.
Tú no puedes volver atrás,
Porque la vida ya te empuja como un aullido interminable.
Te sentirás acorralada,
Te sentirás perdida o sola y tal vez querrás no haber nacido.

Pero tú siempre acuérdate
De lo que un día yo escribí pensando en ti.
Pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella. Ya verás como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre sólo y una mujer.
Así tomados de uno en uno son como polvo, no son nada.

Entonces siempre acuérdate
De lo que un día yo escribí pensando en ti.
Pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues, ni te apartes junto al camino.
Nunca digas: “no puedo más y aquí me quedo”.

La vida es bella.
Ya verás como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor.

Entonces siempre acuérdate
De lo que un día yo escribí pensando en ti.
Pensando en ti como ahora pienso.


Poesía de Jose Agustín Goytisolo. Paco Ibáñez le puso la música y mi madre me la cantaba como nana de cuna...




Yuhuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!


PD: ¿de qué vais este verano?¿trabajo?¿vacaciones?¿currando?¿de viaje?¿playa?¿montaña?¿urbanita?
Ya hace más de una semana del gran apagón. La verdad es que es un poco cómica la forma en la que nos volvemos locos cuando nos falta algo que tan sólo hace unos 100 años, sólo unos pocos podían disfrutar. Porque ya no es sólo la luz en sí, como forma de iluminar. Es la lavadora, la plancha, el agua caliente, el ascensor (vivo en un séptimo!!), los semáforos, la tele, el ordenador... todo un caos. Y no se habla de otra cosa: de lo que has perdido, de lo que no has podido hacer, de lo que te ha pasado o dejado de pasar mientras ha durado la odisea. En los bares, trabajos y tiendas. Sólo se habla de una cosa, del gran apagón. Y parece que hayamos estado tres semanas sin luz y sólo han sido tres días para aquellos más desgraciados (como es mi caso). Pero da igual. Se nos hinchan las pelotas y el sentiemiento más patriótico aflora en nosotros aunque jamás haya existido. La peor infraestructura de luz, de trenes, carreteras de pago, y suma y sigue para que después nos digan que somos la comunidad más insolidaria siendo la que más aportamos a la saca del estado. Y sin embargo la que menos recibimos, en la que menos se invierte y la que es más criticada. Y no te das cuenta de todo esto hasta que lo vives. Porque los demás no se, pero yo lo viví. Como he dicho, 7 pisos arriba y 7 pisos abajo cada vez que Gos debía hacer sus necesidades. Y baja a comprar, olvidate algo, a trabajar, a tomar un café... y sol mucho sol. Y ahora el olor y el ruido de esa máquina a la que tenemos que estar enormemente agradecidos porque nos permite tener luz. Te levantas y te acuestas con un tremendo olor a gasolinera y con un ruido que para que lo entendáis, es como si tuvieras el camión de la basura siempre allí encendido... Menos mal que sólo me quedan dos días días para coger las vacaciones, no puedo más.