Quién haya estado o esté enamorado, lo entenderá...

Is it a sin, is it a crime
Loving you dear like I do?
If it's a crime then I'm guilty
Guilty of loving you

Maybe I'm wrong dreaming of you
Dreaming the lonely night through
If it's a crime then I'm guilty
Guilty of dreaming of you

What can I do, what can I say
After I've taken the blame?
You say, you're through, you'll go your way
But I'll always feel just the same

Maybe I'm right, maybe I'm wrong
Loving you dear like I do
If it's a crime then I'm guilty
Guilty of loving you

What can I do, what can I say
After I've taken the blame?
You say, you're through, you'll go your way
But I'll always feel just the same

Maybe I'm right, maybe I'm wrong
Loving you dear like I do
If it's a crime then I'm guilty
Guilty of loving you

George Shearing – Guilty

BSO Amelie
Ya viene siendo habitual en Donde Habita el Olvido, sobre todo desde que vivo en Madrid, que os voy descubriendo mis sitios favoritos de esta ciudad. Sobre todo los sitios favoritos de mi barrio, Malasaña.

Haciendo esquina con la calle San Vicente Ferrer y la calle Dos de Mayo, hay una pequeña pizzería llamada Mastropiero de la que dicen es, seguramente, la mejor de todo Madrid. Ya había pasado delante de ella unas cuantas veces y siempre me había llamado la atención la sensación tan acogedora que desde fuera se podía percibir. Pero el viernes por la noche, cansados y sin ganas de salir, pero con una peli del Ficciones en la mano, decidimos entrar para coger unas pizzas para llevar.

Sólo entrar por su antigua puerta de madera, ya puedes sentir ese olor de las pizzas caseras que te abre el estómago a la primera. Pequeñita y sin mesas, en Mastropiero la clientela se junta en las barras de madera de las paredes, hablando tranquilamente y sin estridencias (eso me encantó), alrededor de una pizza para compartir. La luz es tenue tirando a rojiza, lo que aporta mucha calidez. Pero para cálido, el trato de la dueña que tras la barra, conversa con todos los comensales. Al pedirle las dos pizzas para llevar, la dueña tuvo un exquisito detalle con nosotros, que fue servirnos dos cañas para que la espera fuera mucho más agradable. Y agradable fue también gracias a la conversación que nos dio (es argentina) sobre lo cansados que estamos siempre los jóvenes. Muy interesante la verdad... pero para detalle, el que tuvo cuando pagamos. Junto con las pizzas, nos dio un trozo de pastel de chocolate casero cubierto de dulce de leche... Increíble!! Esto es fidelizar sí señor, de forma elegante y con buen gusto, nunca mejor dicho.

La pizzería Mastropiero lleva veintiséis años (26!!) en el mismo lugar, atendiendo amablemente a gente de todas partes que nos juntamos en Malasaña, el barrio más bonito de Madrid. Para ir: Metro Tribunal o Noviciado o mejor aún, déjate llevar por el encanto de las calles y llega paseando para abrir el apetito.
En este caso, el supermercado o todas aquellas empresas dedicadas a la alimentación (supermercados, catering, hoteles). En los últimos años, todos hemos visto por las calles a la hora más o menos en que se cierran los supermercados, gente que se agolpa en las puertas a la espera de que estas superficies "tiren" aquello que ya no pueden poner a la venta. La mayoría de veces, son alimentos que están en buen estado, a punto de caducar o recientemente caducados (en el peor de los casos) pero que son aptos para ser ingeridos por cualquier persona. Es normal que haya gente, cuyos medios y economía están en el umbral de la pobreza se aprovechen de estos "deshechos" que el primer mundo ya no quiere.

Sin embargo, esta práctica no sólo es propia de gente sin recursos si no que es una iniciativa que viene de Estados Unidos, como forma de protesta y crítica al sistema económico actual en los países desarrollados. Y esta iniciativa recibe el nombre de "freeganism" y Freegan (viene de la palabra inglesa Vegan, vegetariano) es el nombre que reciben las personas que lo practican. Pero no sólo con la alimentación, si no con todo aquello que nos rodea. Se oponen y con sus actos lo reflejan de alguna forma, a esta sociedad basada en el materialismo, el consumismo, las apariencias, el conformismo, la competitividad y la apatía. ¿Quién no ha cogido un mueble de la calle para su casa? Este es otro ejemplo de lo que haría un freegan.

Pensad por un momento... ¿No os parece injusto que haya millones de personas que mueren al día de hambre en el mundo, mientras otras tiran la comida? Y este es sólo un ejemplo... ocupar edificios abandonados y rehabilitarlos (de verdad, limpios y apañados), reducir la jornada laboral para que otra persona pueda trabajar las horas restantes y así reducir el paro, reutilización de objetos, reciclaje, medios de transporte ecológicos... Todo esto con el objetivo de vivir de una forma sostenible y volver a la época en la que el plástico, por ejemplo, casi era un lujo...

En El Invernadero de Lavapiés, un colectivo del conocidísimo barrio madrileño de Lavapiés, se han tomado muy en serio esta iniciativa y van a realizar una cena freegan, para reclamar mayor conciencia social sobre la situación insostenible a la que hemos llegado. Desde la recogida de alimentos hasta su preparación y posterior degustación y disfrute de las recetas.

Yo espero asistir, ya os contaré qué tal...


"No permitiré que nadie te arrincone..."
La moda y yo

Desde hace más o menos dos años (aproximadamente) entre la moda y las tendencias y yo hay una especie de muro grueso e infranqueable que nos permitía a las dos ( a la moda y a mi) no tener prácticamente relación. No es que nos lleváramos mal no, simplemente había una especie de ignorancia e indiferencia de la una hacia la otra. Y así vivíamos muy tranquilas cada una con sus avances y retrocesos, con sus desentones y sus recuperaciones de otras épocas, sin prestar demasiada atención lo que hacía la otra. También debo decir, no obstante, que aunque la relación se haya debilitado más aún en los últimos años, nunca ha sido demasiado buena y nunca me he sentido una víctima de la moda si no al contrario, he intentado ser yo la que la utilizaba a ella en beneficio propio.

Pero tampoco seré hipócrita y no negaré que mis trapitos me he comprado bajo los efectos indestructibles de la “hormona dominante” o de una depresión. Una de las razones por las que se creó este enorme muro entre ambas fue económico, evidentemente, ya que no podía permitirme comprarme unas botas de 300€ de esa temporada las cuales sólo me fuera a poner tres veces en todo el invierno. O un abrigo de color fucsia que por muy a la última que estuviera no me hubiera pegado con nada de mi armario… no es rentable verdad

Sin embargo, esta "mala" relación que tanto esfuezo me ha costado construir, se está viviendo abajo desde hace un par de semanas. Por un tema extrictamente laboral, debo documentarme, bucear y navegar por los blog y webs que hablan sobre moda, tendencias, pasarelas y demás temas de interés sobre todo femenino. Y esto ha hecho que se despertara en mi eso que llevaba tanto tiempo callado (enterrado): el interés por "lo que se lleva". En estas dos últimas semanas he decidido cortarme (un poco) el pelo, me he comprado un bolso nuevo, he ido de compras (un sábado por la tarde!!!!!) con Laurix que hasta ella está sorprendidísima y orgullosísima de mi y he empezado a ponerme algo de polvos restauradores por las mañanas...

Ahora es cuando pensáis: a) Norma , qué te pasa, no eres tú, no cambies porque estás bien cómo eres o b)Pero Norma, ¿pero cómo te atrevías a salir a la calle así? ya era hora...

Aclaración: ficción literaria licencia del autor

Escuchando: Mushaboom (Feist).
A mi viejo amigo quiero decirle desde aquí, allá donde vaya y allá donde se encuentre que nunca, nunca le olvidaré. Hemos compartido momentos maravillosos pero también momentos muy duros y complicados en los que él siempre se ha sentado a mi lado dispuesto a escucharme y secar mis lágrimas. Nos conocimos hace más de doce años, cuando yo era tan solo una preadolescente que se sentía sola y necesitaba compañía y él era muy joven pero sabía lo que era buscarse el pan de cada día. Es cierto eso que dicen que a los mejores amigos no los elijes tú si no que son ellos quiénes te escogen. Y a lo largo de todos estos años hemos discutido mucho, por supuesto como cualqueir buena amistad que se precie, porque no siempre hemos querido tirar hacia el mismo camino pero siempre, de alguna manera, nos hemos encontrado en un punto intermedio. Ha vivido en muchos lugares y también ha viajado y aunque a en ocasiones no ha hecho las cosas bien, siempre le he acabado perdonando. También dicen que cuanto más dura es la vida que te ha tocado vivir, más fuerte eres y más capaz de superar las adversidades, por eso mi viejo amigo por muy enfermo que haya estado o por muchas escaleras que haya tenido que subir, las ha terminado subiendo siempre. Aunque fuera con la lengua fuera. Yo le quiero y le querré siempre como a un hermano pues siempre me ha tratado como tal. Yo nunca fui la líder de la manada pero qué divertido era cuando jugábamos a mordernos en el suelo y él siempre podía conmigo, claro. A lo largo de su vida han pasado muchas personas que han sido amigas suyas y le han querido y tratado bien. Pero de todas ellas hay una en especial. Alguien que será justo quién le diga adiós, quién se despida por todos nosotros y quién el acaricie el lomo por última vez.

Hasta siempre mi viejo amigo.
Reyes de la noche
príncipes del viento
al servicio de los suyos
se dejan la piel en cada encuentro

Vividores de un sueño
sin saberlo hecho realidad
luchadores en un cielo
que juntos saben disfrutar

Apurando los tragos
rebosando los ceniceros
un vaso hasta los topes
que nunca llega a desbordar

Reyes de la noche
príncipes del viento
se comen a bocados
hasta quedarse sin aliento

Vivir cada minuto
quieriéndose como el primero
son su estrella polar del norte
no existen uno sin el otro

Valientes cuentacuentos
inevntan historias
artistas de los versos
que recitan entre sombras

Reyes de la noche
príncipes del viento
infinito asfalto él
infinita luna ella

Norma, Agosto 2009

Nota: es la idea para un cadáver exqusito