O cómo sobrevivir a unos tacones de 7,5.
Hoy Laia ha decidido dejarme en ridículo. A mi y al resto de las mujeres que medimos menos de 1,60. Con sus cerca de 2 metros de altura, nuestra campeona se ha atrevido a venir a la oficina en tacones (muuuuy altos). Pero la cuestión no es la altura, la cuestión es cómo sobrevivir.
Las mujeres tenemos la manía de empeñarnos en poner por delante de nuestra salud la belleza y el glamour. Por un lado, perdemos horas de sueño cada día y no sabemos porqué. Pues yo os lo digo amigas. Nos acostamos cada día más tarde para desmaquillarnos, exfoliarnos, ponernos cremas y decidir (punto importante) qué ponernos la mañana siguente. Además, nos levantamos cada vez más pronto para decidir qué ponernos (porque lo que pensamos la noche anterior ya no sirve), plancharnos el pelo, ponernos cremas y maquillarnos. Por otro lado, nuestra salud peligra desde el momento en que, de pequeñas, nos ponemos los tacones de nuestras madres anhelando que llegue el día en que podamos hacerlo de verdad. Y cuando llega ese momento, no podemos defraudar a nuestros sueños y lo hacemos. Nos calzamos esos tacones insufribles para parecer más altas, más bellas, más... sin poder dar una explicación razonable a este calvario diario. La cuestión no son los tacones, las planchas, las tiendas sin compras o las horas sin dormir. La cuestión es que ser una mujer y no morir en el intento, es toda una prueba de fuego.
A Laia.

El sábado pasado me levanté sin ningún plan. Aún así, me levanté pronto para bajar a Gos. Mientras desayunaba tranquilamente y leía el periodico, una amiga me llamó y me propuso un plan:

- Norma? He pensado que podíamos ir al centro a ver tiendas.

- Alicia , no tengo pasta...

- No importa, yo tampoco. Será sólo mirar.

Si claro, sólo mirar. Con Alicia no podré "sólo mirar". Fuimos paseando y entrando en tiendas, probándonos de todo aún sabiendo que no lo podíamos comprar. Zapatos, bolsos, chaquetas, abrigos (de más de 200 €). Se nos caía (literalmente) la baba viendo a cientos de chicas con sus bolsillos vacíos y sus manos llenas de bolsas de las prendas más de moda del momento. Sin embargo, y rompiendo cualquier regla de la psicología femenina, llegamos de nuevo a nuestro punto de partida con los bolsillos vacíos y las manos aún más. No sólo habíamos logrado sucumbir al poder del consumismo impulsivo, sino que además, pensamos que había sido una buena terapia y que volveríamos para repetir. Desde entonces algo ha cambiado en mi. Y es que la vida a veces, nos pone pruebas de fuego...

Se que todo el mundo se me habrá adelantado y te han felicitado desde sus ciberventanas. Pero como sabes que no tengo mucho tiempo, más vale tarde que nunca.Además, no quería dejar pasar esta oportunidad para desearte todo lo mejor.
Eres una de las personas más " especiales" que conozco y aunque a veces parezca que esté lejos, en realidad estoy muy cerca. De hecho más cerca que nunca porque, esa distancia diaría hace que estés en mi mente de forma constante. Se que me he perdido muchas cosas (irrecuperables) pero todo está cambiando. Sabes que no he estado bien, que todo me ha dado mil vueltas. Pero ya estoy volviendo a mi lugar (o no) y todo volverá a ser como antes.
No se si te lo he dicho alguna vez (borracha seguro que si) pero te quiero, te quiero mucho.
(Menos mal que quería que fuera una felicitación creativa, joer).
¡MUCHAS FELICIDADES PRECIOSA!
(jejeje se que te encanta esta foto)
  1. Comer sólo lo necesario (si el estado de ánimo me lo permite)
  2. Comprar sólo la ropa que necesite (esto incluye bolsos, zapatos, cinturones, collares, ropa interior... será duro)
  3. No fumar (ni con alcohol)
  4. Levantarme más pronto y poder ir decente al trabajo.
  5. Quedar más de vez en cuando sólo para hablar.
  6. Anotarme lo que tengo que hacer para no olvidarlo
  7. Acordarme de mirar la agenda para recordar lo que tengo que hacer.
  8. Escribir lo que tengo pendiente.
  9. Cuidarme las uñas.
  10. Sentirme feliz con lo que tengo (sea poco o sea mucho)
* Esta vez no quiero jugarme la boca, así que sólo me comprometo sin prometer nada.
Hace unos días vi en el Blog de Paloma (puntopelota) que me tocaba contestar a uno de esos cuestionarios que nadie quere hacer. Pero por una vez y sorprendentemente decidí hacerlo, ya que el tema era la múisca. Y como sus deseos son ordenes mi querida señorita, allá va. Cuestionario hecho por: Norma Nominada por: Paloma Banda/cantante/grupo: Joaquín Sabina
  1. Descríbete: "La magdalena"
  2. ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?: "¿Quién me ha robado el mes de abril?
  3. Describe tu actual relación: "La canción más hermosa del mundo"
  4. ¿Donde quisieras estar ahora?: "Contigo"
  5. Cómo eres respecto al amor: "Amor se llama al juego"
  6. Cómo es tu vida: "Esta boca es mía"
  7. ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?: "Y nos dieron las diez"
  8. Escribe una cita o frse sabia: "Corre, dijo la tortuga"
  9. Ahora despídete: "Como te digo una co te digo la o"

Nominados: Laia, Alex, Ilonka, Víctor y Noelia

Ahora te toca a ti. Donde pone "Cuestionario hecho por" cambia mi nombre por el tuyo, elige un grupo de música o cantante y nomina a 5 personas (mejor de la blogosfera). A ver cuanto sabemos de nosotros mismo y de nuestros gustos.

A veces con un simple abrazo se pueden arreglar muchos problemas. Porque a veces las cosas son más sencillas de lo que pensamos, os dejo este link que me llegó por mail y lo comparto con tod@s para que os alegre el rato. PINCHAD AQUI: http://www.youtube.com/watch?v=vr3x_RRJdd4
Cuando echamos la vista atrás y pensamos en nuestra infancia, una de las imágenes que seguro todos tendremos son los personajes de Bario Sésamo. Espinete, Don Pimpón, Epi y Blas… Aquellos entrañables amigos que nos esperaban en casa a la salida del cole o nos ayudaban a desayunar por las mañanas han vuelto. Nos enseñaron donde estaba la izquierda y la derecha, arriba y abajo, los colores, a contar hasta diez y todo de una manera divertida. Posiblemente no recordemos el nombre de nuestro profes de primaria, porque tal vez fueron estos personajes nuestro maestro de verdad. Valores como el compañerismo, el respeto y la amistad fueron las clases magistrales más importantes que nos ha dado la tele. Y Antena 3 lo ha recuperado. A ver si esta vez nos desvelan misterios tan importantes como si Epi y Blas son “más que amigos”, porqué Espinete se ponía pijama para dormir o si la harina que utilizaba el panadero no era precisamente de trigo. Pronto lo sabremos.
A estas alturas todos sabemos (espero) la historia de esta película y de su protagonista. Personalmente la conocí mucho antes de que se estrenara, ya que mis padres se habían encargado de hacerme saber que muchas personas vivieron y murieron para que hoy nosotros pudiéramos vivir en libertad. Ellos vivieron de cerca los trágicos acontecimientos sucedidos en 1974, pero también muchos otros que le precedieron y los que quedaban por llegar. No os voy a contar de qué va la película ni tampoco aconsejaros que la veáis. Porque creo que es algo que hay que hacer. Y no sólo porque es buena (iluminación, realización, acting, vestuario…) sino por la sensación que se te queda en el cuerpo. La conciencia se activa, las lágrimas se precipitan y el corazón se acelera. Y cuando acaba, hay en el ambiente algo que hace que nadie se pueda levantar del asiento. Se encienden las luces y los créditos se van acabando y la gente empieza a caminar pero como si su cuerpo pesara cien quilos más. Los pasos lentos y las miradas en el suelo son muestra de lo que pesa la conciencia, el recuerdo, la tristeza.
Hoy es un día chof. Y lo es más todavía después de haber escrito (a pesar de ser un día chof) algo muy bonito y fruto de un momento fugaz e irrepetible de inspiración. Pero debido a mi torpeza (lo que hace que me sienta más chof) no he guardado el texto y no se ha publicado en el blog (gracias a que Internet va “de maravilla” donde estoy). Y por supuesto, al instante he intentado escribir algo parecido pero imposible, ya no podía. Y mi rabia, mi dolor de espalda, de cabeza; mi mal humor, mi sueño, mis neuras y miedos; mis sentimientos de infelicidad, de inferioridad y los ánimos por los suelos van en aumento. Si hoy tenía un día chof, imaginaos ahora… Sólo recuerdo cómo acababa. “No estoy triste ni depre. Solo eso, es un día chof”
Esta mañana me he levantado con una noticia cuanto menos curiosa y sorprendente (o no, a estas alturas…). Con motivo de la celebración del día de la hispanidad en Nueva York, se ha hecho un desfile (a los americanos les encantan) de los conocidos Moros y Cristianos, tan populares en España. Pero… ¿Qué digo? ¿Moros? No, porque el desfile de marras se ha realizado sin la presencia de los componentes moros. ¿Porqué? Según las autoridades la razón es puramente logística y técnica ya que, la comparsa de moros es mucho más lenta y no se puede cortar el tráfico neoyorkino tanto tiempo. Pero todos sabemos porqué no han podido desfilar. En un país donde se practica la pena de muerte, donde los servicios sociales y públicos brillan por su ausencia y en el que su presidente pone los pies en la mesa de una reunión de estado (junto con el que fue nuestro presidente) ¿qué podemos esperar? Es una pena porque, la historia no podemos contarla a medias y estos desfiles, son una representación de esta historia, la de la hispanidad. No seríamos hispanos ni españoles, catalanes, madrileños, andaluces ni murcianos si no tuviéramos ese pasado. Es que alucino...
No se si por ser catalana o por ser una alcohólica empedernida, el vino y el cava me va. Y me va mucho. Tanto que, uno de mis proyectos a medio plazo es hacer un curso de catas. Me gusta probar vinos nuevos e intentar experimentar lo que los enólogos nos dicen de cada uno. Me gusta sentir las imágenes que evocan sus sabores y sus olores con estos líquidos tan deliciosos en mi boca. No hay nada más especial que una buena conversación con una copa de vino o una cena tranquila y maridarla con una botella de vino. Todo esto lo digo porque hace unas semanas tuve la suerte de cumplir, de una forma breve, ese pequeño proyecto. Gracias a mi trabajo me dieron la oportunidad de catar uno de los mejores champagnes del mundo: Dom Perignon. Y no sólo eso porque además, durante un año, podré vivir de cerca cómo se organizan estas catas y vestirlas de conceptos, ideas e imágenes creativas. Esta es una de las razonas por las que me dedico a esto, a la publicidad. No sólo me mantiene en contacto con las últimas tendencias en música, cine y en las artes en general, si no que me enseña decoración, ciudades, lugares, maneras de sentir y de pensar. Me abre puertas a mundos en los que nunca había imaginado y me ha permitido cumplir, en cierta manera, uno de mis sueños: poder probar el mejor champagne del mundo. Posiblemente nuca pueda volver a saborear una bebida que cuesta más de 200€ la botella.
Necesito saber dónde habita el olvido. En que recódito lugar puedo dejar apartadas algunas imágenes del pasado. Y quiero hacerlo para poder seguir adelante. Para poder ser libre y dejar de atormentarme. Para poder mirar atrás sin necesidad de que se me empañen los ojos. Para poder sentir que mis acciones ya no están vigiladas y puedo pensar por mi misma. Allí, donde habite el olvido, dejaré los reproches, censuras, soledades, autoexigencias... quiero dejarlo todo allí y poder perdonarme a mi misma. Si alguien sabe dónde está, que me lo haga saber.

Bueno, mi idea era hacer un supermegadiseño de mi blog. Pero como no tengo mucho tiempo y la verdad, soy bastante torpe, me conformaré con algo sencillo. Y poco a poco tal vez con la ayuda de los blogeros, pueda hacer un blog de esos que tienen reloj, mascota, contador de visitas, música y ya de paso que se edite solo.

Pero vaya, que como dice el primer post, aquí estoy. A portarse bien y seamos buenos visitantes, que después pasa lo que pasa. Buen rollo, paz y amor para todos.