Hace poco tuve una conversación con un hombre que para mí, es una de las personas más sabias que he conocido en persona. Dibujante ilustrador, argentino y seductor, es un hombre que tiene conversación para todo y no habla por hablar. Realmente es uno de esos sabios ocultos dentro del universo de los humanos. Y no se a cuento de qué, pero empezamos a hablar sobre el Jardín del Edén.

En la Biblia, el paraíso designa originalmente al vergel donde Dios coloca a Adán tras crearlo (Génesis 2). Sin embargo, en el Nuevo Testamento se llama así al «tercer cielo» al que San Pablo es conducido en éxtasis (II Corintios 12:4) y a la morada eterna donde vivirán los justos (Lucas 23:43: Jesucristo dice al buen ladrón «hoy estarás conmigo en el paraíso»). A Eva y a Adán en realidad, se les había regalado la oportunidad de vivir en un pequeño jardín dentro del paraíso… por eso, cada uno de nosotros, tenemos nuestro paraíso particular, que es ese éxtasis al que llegamos. Por eso tal vez no sea tanto un lugar físico si no un estado mental. Todos tenemos nuestro propio jardín, que puede estar cerca o lejos de nosotros, puede ser físico, sentimental; puede ser una persona, un lugar, una cosa, un estado emocional, una canción, una actividad… En ellos nos refugiamos cuando nos sentimos solos o tristes o cuando simplemente queremos relajarnos. Por eso las casas (idealmente), tienen jardines. Con su banquito, su arbolito, sus vistas… estos rincones, a lo largo de nuestra vida pueden ir cambiando; o tener varios o simplemente evolucionan. Algunos se mantienen en el tiempo desde pequeños, otros con el tempo van variando en su forma pero en esencia, siguen siendo lo mismo: refugios para encontrarnos con nosotros mismos y ser más auténticos. Somos nosotros mismos, sin miedos ni complejos; sin añoranzas ni malos recuerdos; sin nostalgias de tiempos pasados… todos tenemos el nuestro, aunque no lo sepamos…

El mío suele ser delante de un papel y con un boli en la mano, con música y bailando y últimamente, en cualquier lugar pero contigo.

¿Cuál es vuestro paraíso particular?

Comments (2)

On 10:27 p. m. , Bego dijo...

Mi paraíso particular es un revolcón de juegos y caricias, de risas y cosquillas con Mikel y David en la cama, con las sábanas recién puestas oliendo a limpio y fresco.

 
On 9:18 a. m. , jax dijo...

supongo queen cada momento uno siente uno o varios paraisos particulares... hoy en día el mío está en la calle barcelona de madrid, desayunando un domingo en una terraza mientras tranuilamente leo al sol la vanguardia