El sábado hizo un día precioso y por la tarde, con esto del cambio de horario, la tarde iba a durar mucho... hacía un sol radiante que calentaba lo justo para no quemar pero para darle alegría a mi corazón. Cómo influye en mí el clima...
El tema es que por la tarde no tenía ningún plan especial para hacer pero no quería pasarme una tarde tan bonita encerrada en casa. Todos mis conocidos tenían planes o estaban fuera de Barcelona y claro, no podía contar con la compañía de nadie. Pero si algo aprendí hace poco es a no depender de la presencia o compañía de los demás para disfrutar de algo. Es importante ser independientes para realizar las actividades que nos apetezcan y no dejar de hacer cosas porque no las hagamos en compañía; si lo queremos hacer ¿dejaremos de hacerlo, aunque nos apetezca mucho, sólo por el hecho de tener que hacerlo solos? Es como ir al cine. Tenemos muchas ganas de ver una peli pero a nadie le interesa y tú, como una tonta, te quedas sin verla o esperas a que salga en dvd para verla en casa (que por supuesto no es lo mismo...). Tenemos que aprender a disfrutar de la soledad, que hoy en día en nuestra sociedad, en la que la sociabilidad es algo indispensable, es bastante difícil. Romper la barrera de sentirte mal por pasear solo, tomar un café solo, entrar en una sala de cine solo, ir a un concierto solo... es algo todos deberías hacer en algún momento de nuestras vidas. Disfrutar de ese espacio único para ti, para ver lo que realmente quieres ver y estar dónde sólo tú quieres estar. Que tus pasos te lleven dónde tú quieras ir y hacerlo con la única compañía de ti mismo, de tus pensamientos, de tú música, de lo que estas viendo... Y el sábado rompí una de esas barreras y me fui yo sola al Raval, uno de mis barrios favoritos. Me detuve en las tiendas que quise y el tiempo que me dio la gana. No quería comprar nada (o mejor dicho no podía) pero miré, observé, olí, sentí, escuché... intenté huir de las calles llenas de turistas. Me dejé llevar y descubrí cosas que aún no me había detenido a mirar. Y finalmente me detuve en una terraza a tomar algo. Una estrella, mi libreta, un boli, mi música y todo un escaparate infinito de sensaciones al alcance de mi mano... esto tan sólo duró unos cinco minutos porque apareció una buena amiga por casualidad, a la que hacía tiempo que no veía. Mis pasos, el destino, la suerte de romper la barrera del miedo a la soledad, me llevó a estar más de dos horas con ella, poniéndonos al día y disfrutando de la casual y fortuita compañía. Era algo que hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer y que seguro volveré a repetir. Hace unos meses, esta situación de no tener compañía me hubiera puesto tremendamente triste pero el sábado, algo en mí me impulsó y eso me hizo ver que sí, que después del invierno siempre viene la primavera.

Comments (7)

On 1:10 p. m. , Inalambric dijo...

Jajaja! Pero que identificado me siento con lo descrito.

Solo una cosa, a veces se está mejor solo que mal acompañado. Pero también otra cosa, si tus conocidos tienen planes y no te apetece ese dia estar sola, atrévete a preguntar a algun "no conocido" si quiere acompañarte. Nunca se sabe.

Ah, no voy a ir a Rafa Pons... en ese sentido no se disfrutar de mi soledad.

Jordi

 
On 2:47 p. m. , Norma dijo...

Si, eso también lo estoy aprendiendo... pero poco a poco, que no soy tan lista y no aprendo tan rápido!! jajajajaja
Lo de ir a un concierto solo, conozco sólo dos personas que lo hacen pero te imaginas la cantidad de gente que habrá en un concierto en la misma situación que tu?? Lo mismo digo, nunca se sabe...

Norma

 
On 12:04 a. m. , Bego dijo...

Ohh, cuanto me alegro de que por fin lo hayas conseguido!! ya verás, si le coges el gusto, al final acabas añorando momentos así, de soledad en terreza con cervecita y libreta o libro o Ipod o simple observación de tu alrededor.

 
On 10:00 a. m. , Inalambric dijo...

Mmmm para mi no es lo mismo el ir a un concierto solo como ir de compras solo. No se... no me veo en un concierto... claro que siempre se puede preguntar: ¿Hay alguien que quiera compartir mi soledad en este momento? xD

 
On 10:02 a. m. , Norma dijo...

Fue una experiencia super positiva de verdad y joder, parece que estemos hablando de algo extraño, o de hacerse un tatoo o meterse algo o en una secta o algo así... sólo hablamos de caminar solos entre la gente y estar tranquilos... pero para quién no lo ha hecho nunca...

 
On 1:06 p. m. , jax dijo...

aquí presente el colgado que se va solo de conciertos por madrid... no entiendo porque a le gente le da cosa ir sólo a un concierto si para disfrutar de un concierto sólo necesitas tus oídos... por no ir sólo ya me perdí a dorian y a mendetz... pero por ir sólo conocí como músicos y como personas a quique gonzalez, rafa pons, carlos chaouen, dani flaco, xabel vegas, gerard quintana... siempre sales ganando...

no hay nada como la compañia solitaria de la muchedumbre de "no conocidos"...

 
On 7:20 a. m. , Inalambric dijo...

Jajaja, Jax, si tienes razón. La cosa debería ser más facil de lo que nos lo montamos. Cierto es, que siempre hay una primera vez para ir solo a un concierto, y luego vienen el resto, pero supongo, al menos yo, que siempre he ido a algun concierto acompañada, para poder comentar la jugada con la persona de al lado. Lo mismo con ir al cine, y eso que yo antes iba siempre solo, pero luego me acostmbré a ir con compañia, y ahora ir solo otra vez, pues no se si podría.

Saludos desde Bcn.
Jordi