Te despiertas una mañana (como la de hoy) después de haber dormido unas nueve horas (no recuerdo la última vez que dormí tantas horas seguidas) y aunque tienes sueño (me llaman marmota por algo) y después de dar mil vueltas a la cama, te levantas y sonríes. Porque todo está empezando a ir bien. La vida no es perfecta, eso lo tenemos claro, y siempre habrá cosas que nos tengan un poco preocupados pero es bonito levantarse una mañana y después de muchos meses, sentir que todo va bien. Me espera una semana de mucho curro pero siempre es así y me encanta mi trabajo así que lo hago con mucho gusto. Posiblemente termine casi cada día cerca de las 9, pero luego te recompensan con momentos como el del viernes, presentando tres pelis mías al cliente. Además, después de muchos meses de decirlo pero no hacerlo, al fin tendré noche de vinitos con una gran amigo... jueves concierto de Facto con la mejor compañía y reencuentro con Alqvímicas. Y después un poquito de fiesta seguro... El viernes otro conciertazo que hace muchos meses que esperaba: Quique González, que digan lo que digan es bueno y ha llegado a mi vida para quedarse. El sábado cenita (también esperada desde hace tiempo) y después, gran festival... y el domingo calçotada (ya veremos como tengo el estómago después del sábado). Además, esta semana voy a dormir como una verdadera princesa...

Empiezo la semana (gris por cierto) después de un fin de semana especial. Celebraciones de cumpleaños y reencuentros con amigos. A veces las personas te sorprenden, de forma agradable...

Cuando todo va bien, sonríes y no sabes porqué y ves el futuro con una mirada distinta... una vez más he cambiado por todo lo que he aprendido pero sigo siendo la misma.