De la primera vez que te vi
sólo recuerdo que sentí miedo
porque enseguida comprendí
que contigo, compañero,
la vida sería más complicada
pero mucho más divertida.

Una mirada desconocida
Con una intensidad extraña
Me perdí con dos luceros de alba
Que me llevarían por dónde yo esperaba.

Tu me dijiste lo que harías,
yo te adiviné qué pasaría
y con el transcurso del tiempo
ninguno de los dos nos equivocamos.

Caminos que se cruzan y se descruzan.
banderas que se alzan y después se queman.
Poemas tachados tras ser escritos,
cuentos de sueños olvidados.

El miedo de no hacer lo correcto
la presión del qué dirán
la costumbre de agachar la cabeza
arrastrando la frente sin ver más allá.

Duele la espalda de llevar
la pesada maleta del pasado
hasta que la he conseguido dejar
en un andén abandonado.

Dónde cogiendo un tren que volaba
me he subido con un gran salto
a ese gusano que me llevará
por un camino de piedras y barro.

Pero si tu brazo fuerte me agarra
y tu paso firme me guía
acompáñame que te llevo
donde los sueños se confunden con la vida.

Dame la mano que nos vamos
por esta senda que estamos trazando
para que en nuestra alcoba seamos tres:
Tu, yo y el nosotros que formamos.

Norma, Agosto 08 (escrito hace mucho tiempo)

Felicidades pequeño.
Ahora suena:
Aunque tú no lo sepas
Paloma
Revolvió
Supongo