A estas alturas todos sabemos (espero) la historia de esta película y de su protagonista. Personalmente la conocí mucho antes de que se estrenara, ya que mis padres se habían encargado de hacerme saber que muchas personas vivieron y murieron para que hoy nosotros pudiéramos vivir en libertad. Ellos vivieron de cerca los trágicos acontecimientos sucedidos en 1974, pero también muchos otros que le precedieron y los que quedaban por llegar. No os voy a contar de qué va la película ni tampoco aconsejaros que la veáis. Porque creo que es algo que hay que hacer. Y no sólo porque es buena (iluminación, realización, acting, vestuario…) sino por la sensación que se te queda en el cuerpo. La conciencia se activa, las lágrimas se precipitan y el corazón se acelera. Y cuando acaba, hay en el ambiente algo que hace que nadie se pueda levantar del asiento. Se encienden las luces y los créditos se van acabando y la gente empieza a caminar pero como si su cuerpo pesara cien quilos más. Los pasos lentos y las miradas en el suelo son muestra de lo que pesa la conciencia, el recuerdo, la tristeza.

Comments (2)

On 4:10 p. m. , alex dijo...

Gran película.

Llevad Cleenex.

 
On 4:51 a. m. , Anónimo dijo...

Mi madre estudiava con la hermana de Salvador...vivio muy de cerca lo ocurrido, fue a su funeral como si de su familia se tratara.


La vere cuando vuelva!