O para que muchos lo entendáis, es ese día en que decides ponerlo todo patas arriba y pasarte el día limpiando, ordenando y finalmente tirar todo aquello que ya no sirve o para lo cual no hay sitio. En lenguaje militar, se llama hacer zafarrancho (mi madre de hecho lo llamaba así) y he leido por ahí que en algunos lugares lo llaman "orden cerrado" pero no he llegado a saber porqué. Yo he llegado a la conclusión que se debería llamar "joervayamaneradepasarundíadefiesta" pero bueno, hay cosas que no se pueden dejar más para mañana. Porque posiblemente ese "mañana" en lugar de armario tenga una gitana vendiendo mis montones de ropa dentro de él, en lugar de cocina tenga un almacén de grasa para hacer gomina y en lugar de salón tenga eso que queda cuando la parte de abajo de tu sofá se ha tragado (litarlmente, mi sofá se traga las cosas) el resto.

Hay muchas maneras de tomarse o de sobreveivir a este día. Por un lado están los que deciden resignarse y pensar que ya que no hay más remedio que hacerlo, pongamos música, tomemos cerveza y fumemos (algo que yo no soporto, fumar mientras se limpia). Hay otros en cambio que al no ser de su agrado tener que hacerlo (como a la mayoría) prefieren ser operativos y hacerlo bien, lo más rápido posible y entretenerse en cosas nimias el menor tiempo posible (eso no quita que se pueda escuchar música a la vez)para acabar pronto y poder hacer cosas más agradables para un día festivo como pasear, tomar el sol o ir al cine. También están los que empiezan muy fuertes y sacan todos los cajones, cajas y cajitas, desmontando todo lo desmontable con el ímpetu que se tiene al principio pero que tras tener todo del revés, el agovio les puede y lo dejan todo tal y como estaba. O peor aún, lo dejan ahí para otro mañana o tal vez con la esperanza que se arregle solo. Por último están aquello sque hacen una fiesta de esto y además de hacerlo bien y rápido, lo hacen con buen humor, con música y cervezas y descansando de vez en cuando con un cigarro para observar lo bien que está quedando todo.

Es una sensación auténtica la que se siente al finalizar todo este ritual para poner en orden el hogar, cuando en la puerta de casa tienes un montón de cajas y bolsas de basura y de cosas que ya no son necesarias. Es un acto que va más allá de la limpieza y el orden de la casa. Es también hacer reflexión de aquello que realmente queremos o no, de lo que ya forma parte del pasado pero ya no te lleva a él, de darnos cuenta de lo mucho que apreciamos objetos que en realidad no utilizamos y del apego emocional que nos ata a tabtas y tantas cosas que en realidad están escondidas en un rinón lleno de polvo pero que trás este día, vuelve ahí porque eres incapaz de deshacerte. Es un día de renovación externa e interna y de limpieza física y emocional. Y, para qué nos vamos a engañar y ser tan trascendentales, nos encanta vernos reflejados en el suelo y ver el wc tan limpio que podríamos comer en él.

Comments (2)

On 4:31 p. m. , Marta dijo...

Qué casualidad, yo también he estado ''haciendo dissabte'' y hablando de lo necesario que es

En la mesa del trabajo, en mi habitación... montones de cosas a la basura y, con ellas, la mente cada vez más re-organizada...

 
On 8:21 p. m. , audrey dijo...

Reconozco que me cuesta muchisimo "fer dissbte",no me refiero a lo de la limpieza, que es necesaria y se hace.me refiero a ordenar muebles y desalojar armarios, descubrir zpatos que nunca mas te pondras, y vestidos diminutos, y libros ilegibles..pero la sensacion reconfortante de limpieza interior y exterior que se queda al teminar el dia...no tiene precio.