Un segundo es el espacio de tiempo en el que sin darte cuenta puede cambiarte la vida. Un parpadeo, una mirada, una llamada. Un breve instante en el que algo ocurre y todo cambia. Se para el funcionamiento normal de la vida y da un giro inseperado. A veces este giro es para bien y otras veces es para mal. Y pasas de un estado a otro sin darte cuenta. La vida puede sonreirte y con una llamada todo se desmorona o con una simple mirada, puedes darte cuenta de que has conocido a la persona perfecta. Y en ocasiones, es sólo el principio. Al igual que el efecto mariposa, que con sólo su movimiento puede desencadenar la inestabilidad cósmica, un acto que dura una milésima de segundo puede hacer que tu vida ya no sea lo que era. Todo. Tu trabajo. Tu coche. Tus amigos. Tus planes. Tu cosmos evoluciona hacia lo inesperado. Y esa es la esencia de la vida. No se si el destino existe o no, pero me resulta apasionante pensar que un acto, por insignificante que parezca, puede hacer que todo cambie.